Reconciliar la descripción de lo muy grande y lo muy pequeño no es nada fácil. De hecho, los físicos teóricos coquetean con la idea de unificar la teoría general de la relatividad y la mecánica cuántica desde hace algo más de un siglo . Prácticamente desde el mismo instante en el que ambas ramas de la física vieron la luz a principios del siglo XX. Aún no lo han conseguido. Y no lo han hecho porque estamos ante el que muchos investigadores consideran el mayor desafío de la física moderna. La relatividad general se ocupa, a grandes rasgos, de describir la interacción entre la materia (o la energía) y el continuo espacio-tiempo . De esta teoría del campo gravitatorio publicada por Albert Einstein en 1915 se desprende que la materia curva el espacio-tiempo, alterando su geometría, lo que a su vez condiciona la trayectoria tanto de los objetos móviles como de la luz. En su momento esta teoría fue revolucionaria, y a pesar de haber sido puesta a prueba muchísimas veces permanece erguid
Las centrales nucleares son, actualmente, una carrera de doble sentido. Mientras ciertos países están realizando una fuerte apuesta por este tipo de energía, construyendo centrales y con proyectos nucleares ( China y Polonia , por ejemplo), otros están inmersos en el desmantelamiento de sus centrales ( España y Alemania ). Existe un debate sobre la idoneidad de utilizar energía nuclear en el contexto de la descarbonización y en una realidad en la que hemos visto cómo hay eventos (la invasión de Ucrania) que puede disparar el precio de los combustibles, como el gas ruso. Es por ello que se están buscando nuevas fuentes para producir electricidad (como el hidrógeno verde en el que España jugará un papel clave ), pero otros países como Francia se mantienen fieles a la energía nuclear. Tanto es así que ya planean el despliegue de reactores SRM . De la manera que sea, actualmente las centrales nucleares juegan un papel importante en la producción de energía, con unos 440 reactores acti