Los tatuajes ya no sólo serán decorativos, ahora también podrán monitorizar nuestra salud

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Sí, proyectos médicos y tecnológicos relacionados con tatuajes hemos visto muchos, pero seamos sinceros, la mayoría de estos proyectos llaman 'tatuaje' a una pegatina con componentes electrónicos, que son los que dan las capacidades de hacer algo más que decorar el cuerpo de las personas. Hoy finalmente tenemos un desarrollo que hace uso de tatuajes, sí, de los verdaderos que son de tinta y se colocan por debajo de la capa de la piel.

Este proyecto lleva por nombre DermalAbyss y en él intervienen investigadores del MIT Media Lab y la Escuela de Medicina de Harvard, quienes lograron desarrollar tinta para tatuajes que reacciona a la química de nuestro cuerpo. Es decir, cambian de color para indicarnos algún cambio en nuestra salud.

DermalAbyss

La idea de los responsables de este proyecto es aprovechar el uso de biosensores dentro de la tinta que se usa para tatuar, lo que permitiría tener una respuesta casi inmediata a cambios en la salud de algunos pacientes con ciertos padecimientos, esto sin tener que realizarse estudios manuales de forma periódica.

Hasta el momento han logrado desarrollar tres distintas tintas con biosensores, las cuales miden los cambios en el líquido intersticial en la piel y cambian de color de acuerdo a los niveles de glucosa, sodio o pH.

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Las aplicaciones dentro de las áreas de atención a la salud son lo más atractivo, ya que por ejemplo un paciente diabético podría conocer en cualquier momento sus niveles de glucosa con sólo ver los cambios de color en su tatuaje, eliminado así la necesidad de las pruebas diarias con pinchazos en el dedo.

Otro uso sería para que las personas monitorizar la cantidad de agua en el cuerpo, ideal para para saber si hay deshidratación o sobrehidratación. O bien, para dar seguimiento a los niveles de pH.

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Katia Vega, investigadora responsable del proyecto en el MIT Media Lab, está convencida que la piel puede actuar como un nuevo tipo de interfaz, eliminado así la necesidad de pruebas periódicas que muchas veces dependen de que el usuario recuerde que deben hacerse. Ahora mismo está trabajando en algo que ha llamado "tecnología de la belleza" donde mezcla cosméticos con electrónica para crear desde pestañas, maquillajes y esmalte de uñas que están habilitados con sensores RFID.

En el caso de estos tatuajes la investigadora aún no tiene un pronóstico de cuándo podríamos verlos en aplicaciones para el público, ya que antes hay que realizar más pruebas y pasar las certificaciones de los órganos reguladores.