España ha atraído desde hace décadas a los turistas con grandes atractivos de los que puede presumir sin miramientos: sol y playa, buena gastronomía y grandes propuestas de ocio. Estos reclamos turísticos han impulsado al sector durante muchos años, pero ahora esa tendencia está cambiando. El aumento de las temperaturas y la insatisfacción climática están mermando a su industria más potente. Los visitantes se han cansado de pasar calor en la temporada estival. Y eso castiga mucho más a las ciudades del sur del país.
Tanto, que Galicia ya le está comiendo la tostada a Andalucía en lo que mejor sabía hacer.
El contexto. El calor en determinados meses se ha vuelto demasiado insoportable. Algo que ha llevado a las instituciones de algunos municipios a debate un cambio de modelo turístico por volverse sitios poco agradables a los visitantes. Si el fenómeno se extiende cada vez más hacia mayo y abril, el problema va a seguir creciendo. Hace unos meses, en Magnet hablábamos de este vídeo de un programa británico que era bastante ilustrativo del asunto: en Benidorm había gente entrando al agua y volviendo diciendo que era una sopa.
Otros medios internacionales hablan del mismo problema. Un artículo de Sky, titulado "Esta zona de España podría volverse demasiado calurosa para los turistas", comentaba las inusuales temperaturas de abril en Andalucía. Esta comunidad, por su clima y oferta cultural, ha sido siempre uno de los destinos favoritos para los turistas extranjeros en verano. Pero esa tendencia está cambiando como consecuencia del calentamiento global. Los turistas ya prefieren destinos del norte del país, como Galicia.
Atlántico vs Mediteraneo. En resumidas cuentas, el calor extremo está afectando negativamente al turismo de Andalucía, pero está beneficiando, en cambio, a la zona norte peninsular, como Galicia, Asturias o Cantabria, que tiene un paisaje de playas más templadas, es menos masificado y también tiene una buena oferta tanto gastronómica como inmobiliaria. En la zona de Asturias y Galicia, los precios incluso son más bajos que en el País Vasco y Cantabria, lo que atrae a un nuevo perfil de consumidor.
De hecho, según este artículo de Faro de Vigo, la búsqueda de temperaturas más suaves, sobre todo por la noche (que permitan conciliar el sueño sin aire acondicionado) es uno de los factores más valorados por los turistas que visitaron Galicia en alguna de las olas de calor que vivió España este verano.
Los datos. Según las cifras que baraja la patronal turística Exceltur, los efectos ya se han empezado a notar. Destinos veraniegos estrella como Andalucía y la Comunidad Valenciana han dejado esta vez los primeros puestos del ranking a Galicia, Asturias y Cantabria. Solo en agosto, estas tres comunidades registraron 435.500 visitantes, un 47% más con respecto al año 2022. Sólo la cornisa cantábrica ha experimentado este verano un crecimiento medio superior al 25%. El País Vasco fue la que más subió con respecto al 2019, registrando un 27,4% más. Le siguen Galicia, con un 27% más, y Asturias, con un 26%.
Satisfacción climática a la baja. No sólo ilustran el fenómeno los datos de visitantes. Tal y como muestra la firma de análisis Mabrian sobre el índice de percepción climática, Francia, Grecia y España han sido los destinos más afectados en cuanto a pérdida de satisfacción climática. Y eso supone una alta posibilidad de que esos visitantes no repitan.
De hecho, algunos expertos aseguran que si esta tendencia hacia un clima más caluroso continúa, la industria turística tendrá que replantearse las vacaciones de verano tal y como las conocemos. Los datos de la Comisión Europea de Viajes van en el mismo camino. Han publicado una encuesta de 10 países que muestra que el número de europeos dispuestos a viajar al área mediterránea ha caído un 10% respecto al año pasado.
Un problema para Andalucía y buenas noticias para Galicia. Hay que tener en cuenta que el turismo supone un pilar importantísimo para el PIB andaluz: sólo en 2022 la industria turística generó 22.553 millones de euros. Así que el aumento de las temperaturas obligará a la zona sur de España a revisar su modelo turístico. Una manera podría ser atraer al turismo en invierno al sur de España, ofertando un clima más apetecible. De hecho, en ese aspecto, Andalucía está estudiando tomar como modelo el Camino de Santiago para desarrollar el suyo propio al Rocío. Y crear un camino de rutas a través de bienes patrimoniales y albergues.
La jugada podría ser la siguiente: Camino de Santiago en verano y Camino del Rocío en Invierno. Por otro lado, Galicia sería una de las comunidades que salgan mejor paradas a efectos de turismo ganando hasta 291.400 pernoctaciones. Un análisis de expertos europeos del Joint Research Center (JRC) estima las ganancias de visitantes en un 0,5%, pasando por 1,2%, 2,5% y hasta un 3,2%, respectivamente en función de la escala del calor, que va aparejada a la pérdida de visitantes en otras zonas de España.
Imágenes: Unsplash / Flickr
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La noticia Galicia le está comiendo la tostada a Andalucía en lo que más le duele: el turismo fue publicada originalmente en Xataka por Albert Sanchis .
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